Defendemos el derecho a vivir en y con la naturaleza. Son los campesinos e indígenas, los pobladores locales, las comunidades tradicionales y dentro de ellos las mujeres, quienes, con mayor ímpetu, sostenemos el conocimiento ecológico ancestral y tradicional.

Para que nuestras culturas sigan existiendo necesitamos territorios sanos habitados por nuestras comunidades. Por ello luchamos no solo por el derecho a la tierra en manos de las correntinas y correntinas que la habitan y trabajan, sino también en la defensa de nuestros montes, aguas, ríos, esteros, animales y todos los bienes comunes que conforman el territorio.